miércoles, 19 de febrero de 2014

Vibraciones.

Temo a ese recorrido por mi cuerpo, que controla mis manos para bien o para mal, ese animal salvaje que vive dentro, ese rugido aguantado en la sumisión y "respeto", la euforia e impulsividad, el coraje. Lo que pudiese hacer que me hiciera sentir tan bien como para voloverme adicta a su adrenalina.

No quiero fuerza.

Pues forjaría mi vida y no tengo la responsabilidad para cometer algo que nisiquiera sé a que está destinado.

Humanidad.

Despertar, cepillarse, tomarse un café, trabajar, llegar a casa con cansancio, dormir.
Bis x 5
Despertar, ir a la iglesia, bañarse, ir al centro comercial, ir al local.
Despertar, hacer café, ir al trabajo y todo a veces hasta con resaca.
A dónde quedó besar la frente de quien te roba la almohada o un besito de mañanero sin haberse cepillado, tomar un té con galletitas para sentirte "Queen Elizabeth", ponerte la camisa de tu amado de camisón, vivirte un libro con la pasión de sus personajes, soñar despiertos en la oficina, hacerle mimos y mofas, hablarle agudo o sonreír al ver una mascota o un crío, hacerle cosquillas a alguien hasta hacerlo llorar, taparle los ojos a un perro con sus orejas, hacer de tu canción favorita un concierto en pantys, pellizcarle el trasero a tu hermanito, bañarse con aromáticos y cosas que ni sabes de que son para parecerte a la Barbie de tu primita, abrazar a alguien y amasarle los rollitos, ir al parque a comer chocolate y observar a la gente; casi tratando de convencerte de que puedes adivinar sus historias.
Cualquiera existe por inercia, no todos se quieren tanto como para vivir.

¿Mejorar?

Qué hay de eso de "sé tu mismo, sé auténtico, nunca cambies".
Viendo fotos viejas vi una expresión facial en mi que ahora mismo no recuerdo ni porque sepulté, un alma; una esencia para nada familiar, unos ojos cuales ventanas a un mundo que desconozco.
Sin dar de cuenta, de momento; por alguna razón, quise empezar a "crecer, superarme, mejorar..."
Ahora que trató de recordarme hasta hace menos de una década y no lograrlo, me pregunto cómo es que por sentirnos degradados o culpables, queremos "adaptarnos" como mecanismo de defensa a un ser nuevo.
Disque para ser más fuertes, menos vulnerables, ¿Y a la final que terminamos siendo? Una armadura fría en la que asfixiamos a alguien que se va marchitando con el tiempo.
¿Mejorar? Más bien yo diría, moldearnos a lo que los demás les conviene que seamos.

No me destruyas

Quiero me desgastes, tomes, aprietes, muerdas, rasguñes, pellizques...
Sabes que con gusto todo eso y más.
Sólo no quiero me lastimes; Sólo no hables.
No quiero que fingas querer ser el mismo príncipe que la mayoría me ha querido pintar, quiero seas diferente, quiero que me digas que estoy fea, que te burles de mi estilo ridículo, que te burles de mi jerga, que me despeines para fastidiarme, pero sobretodo que me beses.
Bésame en donde se te plazca, enfrente de quien tu quieras. Hazme creer que sólo tu y yo existimos y no hay realidades tediosas que invaden mi cerebro de basura. Drogame entre oxitocina y adrenalina.
Nisiquiera te molestes en cortejarme, estarías haciéndome bostesar, ya aborrezco los poemas, cumplidos, guiños no pícaros, y citas de románticos.

Como un lobo.

Mis ojos clavados en la luna, robándola para reflejarla de manera que inunden el negro de mis pupilas; que casi pueden recitarle cuanto te pienso, cuanto te suspiro, te siento en la brisa que penetra mi piel. Tengo los reflectores de estrellas brillantes que llevan tus ojos, inmersos en mi imaginación a cada cerrar de los míos.