sábado, 22 de diciembre de 2012

La nube ajena.


Y sigo acá, en el centro; entre un montón de gente, como una vocal común y neutra en una enciclopedia, pero como la pieza de un rompecabezas.

Sigo acá, viendo; a través de mis ojos, del aire, del smog y el humo, de la suciedad y la lluvia, del clima, precipitación y presión; de mi panorama, que no lo hago; que por defecto esta allí, con todos esos extras que vienen en el combo irónicamente.

Me desvanezco, en la nube de todo aquello, de esos factores que se filtran en algo que supone ser mio y por ende yo habría de elegirlo.

Me refugio entre las sombras, con el consuelo de los recuerdos, aunque a veces, algunos duelen...

Sigo acá, perteneciendo desencajadamente, observando su rutinario y monótono comportamiento; no quiero pertenecer allí, no seré igual.

No estoy para seguir. Mis ideales sólo me dejan ''seguir'' mis ideales, no a una manada.


Me desvanezco en mi vista, allí; en la nube de males ajenos; Acá.


viernes, 14 de diciembre de 2012

Me acostumbré a ti; Concluyéndo una historia pérdida como su caso.

Eran tus cabellos de olas negras, tu piel transparente y delicada, tus ojos muertos que me daban vida, tus labios carnosos que permitían saborear el elixir revitalizante de tu saliva, tu sonrisa leve; tratante de darme un ameno intento de ver una felicidad ausente, tu voz que me tomaba haciéndome suya; como si fuese una persona, un ronco rockero-hippie, fascinante y rara combinación, pero sensual y domante ¡Que serenidad sensual!, esa era tu voz; la música de fondo de mi vida.


Hasta eran tus cejas superpobladas, eran por mis manos que siempre se reposaban andantes sobre ellas; hasta eran tus manos ásperas, eran por acariciar de manera que se sintiesen como seda y hasta tus ''rollitos'', sin ellos jugar contigo no habría sido lo mismo; eran un momento de risa provocado por mi tacto interrumpiendo tu infinita seriedad.


Hasta eran tus estupideces, que me hacían reír aunque fuese burlonamente; hasta eran tus burlas, que me hacían avergonzarme de un modo cínicamente tierno de mi misma.


Tus amigos y los míos se convirtieron en los nuestros, tu música y la mía, tu y yo; dos sujetos, dos pronombres posesivos; Se funden.


Mucho tiempo, ya nada es como antes, nada era así antes de ti, mis costumbres han cambiado, le he dado mas prioridad a deseos que antes ignoraba; mis lugares frecuentados, mis amigos, mis canciones, mis sentimientos y pensamientos; todos se adaptaron a ti.

 

Mucho más tiempo, nos hemos aburrido, nos hemos fundido tanto que hemos perdido lo propio; lo nuestro, nuestros ideales. Ya nada es como antes, ni siquiera nuestra relación, se ha tornado todo igualitario y rutinario, gris y sin vida; opaco. Seguir sería como un abismo de masoquismo, vivir por otro que vive igual que tú; cuando en realidad tu vida siempre se torna aburrida. Lo bueno ahora es recuerdo, lo especial ya fue.

 

Todo acabó

 

Y con un aliento de ánimo y autocompasión, más bien de engaño, digo: ''Me había acostumbrado a tí''.


... Pues ya mi vida no es como antes, debo instalar una máquina del tiempo y una desimpregnadora industrial de ti para poder volver, para olvidarte, y por sobre todo para recordar antes de todo; Antes de ''tus cabellos de olas negras, tu piel transparente y delicada''; mucho antes.


Recordar con esa máquina del tiempo como fue mi vida antes de ti, todo lo que era sólo mío, mis verdaderos amigos; cuales había dejado de lado, al igual que todo lo que realmente era principal en mi lista de prioridades. Recordar quien era sin ti, mi vida sin ti; Pues se actúa de modo distinto cuando se está enamorado, y mucho mas en la presencia del amante.


Retomar lo mío, disculparme con los míos, escuchar lo mío; volver a ser egoísta cual isla solitaria, para no ser destruida por quien ha de habitarla. Has ignorado tantas cosas que ahora que las quieres retomar no están en tus manos, debes volver a hacer cuestiones que habías hecho hace mucho para conseguirlas.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Perfume de alcohol

Olor evidentemente barato, de una noche de despecho, de recuerdos y memorias; de alguien, alguien que ya no está, no a su lado; sino al de otra persona... Y ella al lado de otro, otro abismo.

Su conciencia va despertando, sus ojos luego, su preocupación por los que se preocupaban por ella después, su pensamiento en aquel personaje desinteresado siempre. 

La noche se fue, pero el aroma perdura, un aroma desagradable, impregnable, de alcohol de una botella, pero no precisamente de perfume. 


Presencias de personajes secundarios inocentes que no deberían de ser perjudicados por los problemas de una amante... desgraciadamente lo son; presencia de una ausencia de esencia de persona, ausencia consciente, ausencia de tiempo y lugar;


'' pareciera que no fuese ella, que no está aquí, que no es ella en este momento''


Como los perjudica, ver así a la mujer de su vida; como les perjudica, no poder hacer nada para, como mucho, volverla feliz, pero por lo menos neutralizarla. 


Pareciera que no fuese ella, que no está aquí, que no es ella en este momento , está en un trance mental, casi mental; no existe, no existe nada, no hay alrededor, no hay ''ellos'', sólo hay ''yo'' y ''el'', <''ayer''>.


Despertar, aterrizar, asumir, suspirar, disculparse, remediar; no, no poder remediar.


''No''. ''no'' porque no ha pensado aún en recapacitar, dejar. Porque se volvió rutina el infestar un hogar a perfume de alcohol, a quienes son intolerantes, influidos inocentes, pertenecientes a ser expectadores de un torbellino emocional.


La simpleza.

No es a dónde irán, no es sobre que harán, no es sobre con quién lo harán, no es sobre quién lo rodeará, no es sobre a que hora será, no es sobre las horas que se arreglarán, no es sobre cuánto costará, ni cuán lujoso será; es sobre que sea, sobre los detalles que recordaran: uno, cabellos despeinados luego de ser abrazados, patas de gallo de sonreír tanto con tantas ganas, el sudor de las manos, la pena de las mejillas, el destellos de una mirada, de una sonrisa, comisuras y hoyuelos, la risa penosa de no querer ser tan llamativa; De el otro.

 Se trata de la espontaneidad de una sorpresiva primera vez de estar juntos, la planificación y formalidad de otras, y la frescura y sencillez de algunas que fueron las mejores, sólo dos personas dándose un tiempo de relajación compartida, a veces hasta en un hogar, mientras mas sencillo mas cómodo. Luego de un tiempo consideración de que sea barato pero especial, un acogedor lugar familiar, un sentimiento de humildad. Así llega el amor, sutil y sencillamente, sin extravaganzas ni lujos, y cuando han de haberlos se aprecian porque quien lo hace, lo hace con esfuerzo. Es acerca del tiempo y el estar juntos, no de todo eso, de las miradas del uno hacia el otro, no de como te verán los demás; eso ya no importa, porque ya no eres tú, ahora son un nosotros.

Ya tus problemas no son tan complejos, tienes alguien con quien compartirlos y que aunque a veces no pueda, se aprecia que intenta resolverlos, compartir un resentimiento, consolar con dos brazos sobre una espalda, y un dedo borrando una lágrima, tal vez acariciando.


Luego de un tiempo si importará todo eso, los lugares y deseos de quienes saldrán, cuando sean mas de dos, una complicidad de un equipo escencial, amor a la décima de segundo de vida, compartir mas que una amistad; un apellido. Guardar momentos de la vida de alguien que luego olvidará y tu debas recordar, amar mas una risa que a tus propias pasiones. Cuidar mas a alguien que a ti mismo, ser tu segunda opción.


Las caricias irán estirando tu piel con tanto tiempo y estas reemplazarán el colágeno. Él ya no será tu pareja, sino tu compañero de vida; no un romance, sino una familia. Ya a ninguno le importa cuando morir, sino que ellos sigan viviendo.

Sombrío invierno personal.

¿Por cuánto tiempo no has reprimido tus sentimientos, ignorado y pisoteado como si no existiesen? Han tomado venganza y se han convertido en resentimientos. Ahora te duelen, hieren, son inevitables; ya no hay marcha atrás, no te encargaste de ellos cuando debiste, no resolviste los asuntos pendientes que te correspondían, no trates de arrepentirte, ya que eso sólo es preocuparte.


''No te preocupes, ocúpate''

... podrán decirte tu conciencia y tus seres queridos, pero sabes que ya has tratado de hacerlo y no está en tus manos resolver un problema de depende de los sentimientos de otra persona, no importa cuan optimistas sean ellos, cuando tú sabes que resolverlo es imposible. 


Ya sin ilusiones falsas sabes que la realidad es lo único que has de afrontar, no estás en una película, no eliges el rumbo de cada personaje, sólo el tuyo.


Sabes que debes ser maduro, ya eres grande, debes de afrontar tus asuntos, como los demás; pero... no es tan fácil, ¿Eh? Tantas veces criticaste a alguien sin saber porque estaba pasando y como trató de drenar sus resentimientos acerca de algún problema.


Pues bienvenido al karma, eres uno de ellos; te preguntas como esas personas de alcurnia que parecen hacer todo perfecto, nunca muestran defectos con respecto a enfrontar un problema. ¿La solución? No, no la hallarás, tal vez sí, pero no ese día y mucho menos en ese momento; lo aprenderás luego de embarrarla, de recapacitar acerca de ello y darte cuenta de lo que hiciste mal.

 

Todo el mundo es maduro, hasta que de verdad le toca ser adulto.


Pero mientras la embarras has de ser esa sombría isla desierta, sin brillo ni atractivo, ignorada y fuera del  mapa, te verán como menos; porque menos es lo que eres, menos de lo que eras. 


''Con tanta gente a tu alrededor te sientes sola'' esa cita de la canción de los Aldeanos ha de describir ese fragmento amargo de tu vida. Te ves como en una imagen mental; entre un montón de gente a color, tu a blanco y negro. Has perdido el brillo de tus ojos y las ganas de tu sonrisa. 


Así será todo siempre hasta que no te des cuenta de que a tu al rededor alguna de esa gente a color es tu amigo, que no estás solo, que lo que te pasa no es nada en comparación a lo que le pasa a tu vecino, que esa persona a color puede ayudarte a ti mismo a hacerte recobrar tu paleta de colores, y que mientras no hagas algo distinto nada habrá de cambiar.

 

Piensa tus decisiones dos veces antes de tomarlas, o lo que terminarás tomando es una botella de whisky solitario.